En el cuenco de la batidora, batir la mantequilla fundida y el azúcar en polvo tamizado hasta que estén bien mezclados. Añadir el extracto de vainilla. A una velocidad más baja, mezclar la harina y aumentar la velocidad a media y mezclar hasta que la masa comience a adherirse.  Transferir la masa a otro cuenco ligeramente enharinado y amasar con las manos formando un círculo plano de entre 35 a 80 mm de espesor. Envolver la masa en un trozo de papel de plástico y refrigerar durante 30 minutos.  Mientras la masa se enfría, precalentar el horno a 148^o C. 

Una vez enfriada la masa, dejar que se ablande ligeramente para evitar que se agriete o se rompan los bordes al enrollarla.  Extender la masa en una superficie de trabajo ligeramente enharinada, con un grosor de aproximadamente 35 mm. Cortar la masa con un cortador de galletas con la forma deseada y colocarlas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.  Hornear las galletas durante unos 15-20 minutos, rotando las bandejas para asegurar una cocción uniforme, hasta que estén crujientes y ligeramente doradas.  Retirar del horno y dejar enfriar durante 5 minutos en la bandeja para que las galletas se endurezcan antes de servir.

Una vez que las galletas se hayan enfriado por completo, pueden guardarse en un recipiente hermético hasta 10 días. Puedes dar un toque especial a tus galletas sumergiéndolas en chocolate derretido y espolvoreándolas con pistachos... ¡O crea tu combinación favorita!

Para el chocolate derretido, me gusta usar chocolate semidulce o agridulce.  Utiliza una caldera doble para derretir el chocolate.  No dejes que el agua hierva en el baño maría; el chocolate tiene que llegar al punto de fusión lentamente para que no se queme. 

Sumergir una porción de la galleta completamente enfriada en el chocolate derretido y luego espolvorear con pistachos picados.  Colocar las galletas en un trozo de papel pergamino limpio hasta que el chocolate se haya endurecido por completo.

** Me gusta utilizar vainilla pura en polvo en lugar de vainilla líquida para mantener un color más claro.